martes, 28 de mayo de 2013

Racional y emotivo a la vez: mis reacciones como hincha

Pitazo final en el Estadio Carlos Dittborn de Arica. Una vez más Universidad Católica queda segunda en la tabla de posiciones. Todo acabó y se inscribe un nuevo fracaso en la historia del club de mis amores. Son las 17:30 y no se oyen bocinazos en la calle; todo parece muy normal, inclusive creo que todavía no termina el torneo, pero lo medios de comunicación me dicen lo contrario.

Unión Española es campeón, justo campeón. Felicitaciones a su hinchada, a sus jugadores y a su cuerpo técnico. Tuvo la misma cantidad de victorias, empates y derrotas que la UC, pero recibió menos goles y mantuvo su esquema desde la fecha uno a la fecha diecisiete. Eso se llama regularidad y convicción inquebrantable.

Tengo la misma convicción cuando me pongo la camiseta de franja celeste en campo blanco para ir al estadio a romper la voz, sobre todo ahora que no dejan ingresar bombos ni trompetas. Cuando el equipo gana se celebra, cuando empata se celebra y cuando pierde, también, porque se celebra el amor por los colores, y eso no se transa por un resultado.

Estoy listo para recibir burlas e insultos, porque en la derrota y en la victoria siempre se vive la emoción de ser hincha, siempre prevalece la tranquilidad de que los jugadores mojaron la camiseta hasta el final. Pero el partido final contra San Marcos de Arica fue distinto. Se jugó con imprecisión tanto en la defensa como en el ataque, errores que dan cuenta de una inconsistencia que se repitió en los momentos claves de la competencia. San Marcos estaba descendido, estaba herido y aun así luchó con honor y pudo habernos ganado.

Que te ganen el campeonato por diferencia de goles deja una sensación amarga. Pero cuando vez la tabla, una vez completadas las diecisiete fechas del torneo, recuerdas los puntos perdidos en casa contra Palestino, Santiago Wanderers, Iquique y precisamente, Unión Española. Apostar a una goleada en el partido final y esperar un milagro en el partido de tu rival es como aquel estudiante que quiere salvar el año estudiando un día antes de los exámenes. No tiene sentido sufrir ahora; pudimos haber sido campeones hasta con tres fechas de anticipación.

En este momento se especula sobre la salida del director técnico Martín Lasarte. Este lunes Rodolfo Neme, ayudante del entrenador uruguayo, declaró que desea continuar el proceso con Universidad Católica, pero que no pueden prometer títulos. Entonces ¿para qué jugar? ¿Acaso no saben en qué institución están trabajando? Esas palabras me dan a entender que les da lo mismo seguir perdiendo títulos. Si están hablando de crear un proyecto a largo plazo, les aviso que hay otras maneras de decirlo sin dejar esa sensación de conformismo, por lo demás, bastante mediocre.

En definitiva el balón seguirá rodando y debemos mejorar. Si falta gol, se trae a un goleador de categoría y no alguien que venga a probar suerte. Si se va Tomás Costa y Carlos Villanueva, se requiere frescura en el mediocampo y así sucesivamente. No olvidemos que hay una cantera fructífera que espera su oportunidad, por lo tanto, las incorporaciones deben ser las precisas; cinco serían las ideales para reemplazar a los que se van y reforzar un plantel que jugará Torneo Nacional y Copa Sudamericana. No vale la pena dar nombres porque uno no los decide.


Amigas y amigos cruzados: estos momentos sirven para poner a prueba a los verdaderos hinchas. Aquellos que llevan su camiseta como una armadura que los fortalece y los identifica. Los que levantan la frente tras la derrota y prefieren morir antes que abandonar sus colores. Vamos los cruzados de corazón, que nuestra pasión no cambie para el semestre que viene. Ahora más que nunca se necesita de nuestro apoyo. Juntos vibremos con ardor y llevando en el alma un deseo de triunfar, por la Patria, Dios y la Universidad.

lunes, 13 de mayo de 2013

Vuelve la temporada de fichajes, rumores y "humo".

Justo antes de terminar la mayoría de las ligas de fútbol en el mundo y comenzar las vacaciones, la prensa deportiva mundial especula sobre los posibles fichajes que se llevarían a cabo para la próxima temporada. Cada medio en particular busca acaparar la atención haciendo rimbombantes anuncios, cuando en realidad la última palabra pertenece a los clubes que oficializan el traspaso de un jugador cuando este pone su firma sobre el papel, viste una camiseta nueva junto a los directivos y domina el balón frente a algunos fotógrafos e hinchas, todo dependiendo de la espectacularidad del futbolista en cuestión.

Este período se podría denominar de "humo periodístico" y está lleno de tongos, casi como un programa de farándula. Se caracteriza porque tanto jugadores como directores técnicos en todo el planeta expresan el deseo de abandonar el actual equipo donde trabajan. Tras esto, no hay que esperar mucho para que se ventilen rumores, aunque también es un período donde se pueden concretar transferencias, pero como ya se advirtió, cada club tiene la palabra final.

De momento, el único fichaje confirmado es el de Mario Götze al Bayern Munich por 37 millones de euros. Esta situación generó conmoción debido al partido que jugarán el 25 de mayo por la Final de la Champions League el Borussia Dortmund, equipo actual del jugador alemán, y el Bayern Münich, que hace bastante tiempo confirmó además la llegada de su nuevo director técnico, el multicampeón catalán Josep Guardiola.


Otros movimientos se dan por hechos, como por ejemplo, la llegada de José Mourinho al Chelsea y con él la llegada de un par de jugadores al equipo londinense y también la partida de Roberto Mancini del Manchester City para la llegada de Manuel Pellegrini proveniente del Málaga. El resto son sólo rumores, algunos conocidos, otros no parecen tan creíbles y otros hasta suenan absurdos.

Radamel Falcao García: el goleador colombiano hace mucho tiempo está en la mira de clubes como el Chelsea, Barcelona o Manchester City; pero ahora la prensa vincula al "tigre" al AS Monaco, equipo que está a punto de regresar a la Ligue 1 y que con la llegada del empresario Dmitry Rybolovlev a la dirigencia buscaría imitar lo hecho por el Paris Saint Germain, comprando a jugadores como Franck Ribéry, Edinson Cavani, Víctor Valdés e Isco.


Robert Lewandowski: por lejos es el delantero de moda en el fútbol europeo. Con una excepcional temporada en el Borussia Dortmund, el delantero polaco es el más preciado por sus goles y la tranquilidad que tiene al anotarlos. En este momento se habla de que tiene un acuerdo de traspaso con el Bayern Munich, pero clubes como Barcelona, Manchester United y Arsenal también estarían en la pelea por llevárselo.


Wayne Rooney: otro que partiría de Old Trafford junto a Sir Alex Ferguson y el histórico Paul Scholes. "Jabalí" decidió irse del equipo rojo, y en su destino aparecen Barcelona, Real Madrid, Manchester City, Bayern Munich, Paris Saint Germain e Inter de Milan. Pero recientemente Ferguson declaró que por más que quiera irse él no será vendido. Independiente a donde vaya, Rooney se trata de un Heavyweight, un jugador consolidado y que sobre todo tiene un carácter muy difícil de llevar.


Gareth Bale: el prodigioso jugador galés es el responsable del éxito del Tottenham. De hecho, ha salvado a su equipo en muchas ocasiones anotando goles en el final de los partidos. En la presente temporada integró el "Dream Team" de la Premier League y además fue elegido mejor jugador de la temporada. Su nombre suena hace rato en el Real Madrid, pero hace poco André Villas-Boas declaró que desea mantenerlo en las "espuelas" ofreciendo una mejoría en su contrato.


Edinson Cavani: los hinchas del Napoli estarían viendo los últimos goles de una de sus figuras. Se dice que "El Capocannoniere" de la presente temporada del Calcio tiene un acuerdo con el Manchester City, pero su nombre también ha sonado en Real Madrid, ya que partirían de ahí Gonzalo Higuaín y Karim Benzema.


Luis Suárez: el jugador y goleador uruguayo se iría del Liverpool y llegaría a España, donde Barcelona y Atlético de Madrid (debido a la posible partida de Falcao) desean contar con sus goles, a Italia, donde el bicampeón Juventus pretende ser protagonista en Europa, o a Alemania ya que el Bayern Munich buscará con Josep Guardiola ser indiscutidamente el mejor equipo del mundo.


Neymar Jr: su llegada a Barcelona se da por asumida, aunque el mismo jugador brasileño se ha encargado de desmentirlo en reiteradas ocasiones, afirmando que sólo emigraría del fútbol de su país después del la Copa Mundial de la FIFA Brasil 2014. Otro equipo que pretende al jugador de Santos es el Bayern Munich y el Real Madrid.


HUMO, HUMO POR TODAS PARTES

Cristiano Ronaldo: desde que llegó a Real Madrid se habló inmediatamente acerca de que CR7 quería irse de regreso a Manchester United. Si bien es posible, aunque se arriesgue la bancarrota, el equipo blanco no conseguiría club alguno que pueda pagar los 96 millones de euros que costó el jugador portugués.


Carles Puyol: el gran defensor y capitán del Barcelona de 35 años de edad vive sus últimos momentos como jugador profesional. Acomplejado por las lesiones y la falta de juego asociada a ello, no han faltado rumores que lo vinculan con equipos como el AC Milan. La realidad es que el contrato de "Tarzan" expira el 2018, fecha en la que cumplirá 40 años, lo que vuelve intransferible prácticamente hasta el retiro.


Iker Casillas: el último referente nativo del Real Madrid se vio desplazado por una lesión en su mano. El propio José Mourinho declaró que no traer antes a Diego López fue un error. Al parecer el técnico portugués se da esas licencias ya que vive sus últimas horas en el Santiago Bernabéu. Se supone que el próximo entrenador preferirá a Casillas en el arco y además con la banda de capitán de regreso en su brazo.


Probablemente estos últimos futbolistas también sean algunos de los nombres que estarán en las portadas de los periódicos y en los titulares de radio y televisión. A ellos se sumarían, entre otros, jugadores como Alexis Sánchez, David Villa, Cesc Fábregas, Sergio Agüero, David Silva, Danielle De Rossi, Zlatan Ibrahimovic, Ángel Di María y Stevan Jovetic. Pero ya se sabe; mientras el jugador no tenga la camiseta puesta, toda información que circule no serán más que rumores.